Estofado con cerveza negra

Entre mis amigos tengo la fama de ser un cocinillas. Soy el único miembro de mi familia que no se dedica profesionalmente al negocio de la gastronomía. He crecido entre jamones, botellas de vino, cazuelas y cucharas de palo. ¿Qué se le va a hacer? En casa de mis padres siempre se ha hablado de comida, y no de fútbol o de política. Así que he desarrollado una bonita afición por la cocina.

Hoy he preparado un estofado de ternera a la cerveza negra. Me ha quedado bueno, pero otras veces me ha salido mejor porque en esta ocasión no lo he condimentado con mostaza al estragón sino con mostaza a la antigua. El gusto es diferente. El método de preparación es el típico de un estofado: dorar los tacos de carne a fuego fuerte, retirar, en el mismo jugo pochar durante un cuarto de hora a fuego lento una cebolla grande y un diente de ajo. Luego añadir la carne, una cucharada generosa de buena salsa de mostaza, y cuando se haya impregnado, mojar con un par de botellines de cerveza negra, lo necesario para cubrir. Al cabo de un momento añado tres o cuatro tostadas de pan untadas de mostaza, y dejo cocinar a fuego medio-bajo durante 40 minutos. Las tostadas de pan con mostaza se van disolviendo y espesan la salsa. Ñam Ñam.